ARQUEÓLOGO PIENSA QUE SE DEBERÍA CONSTRUIR UN MUSEO SIMILAR AL DE PONCE DE LEÓN, EN YUMA.
Mairobi Herrera
mairobi.herrera@listindiario.com
Hato Mayor
“Mandó poblar el Comendador Mayor dos pueblos o villas de españoles para tener esta provincia del todo segura, que más cabeza no alzase; una, cerca de la mar, que fue la nombrada Salvaleón, y la otra dentro de la tierra, llamada Santa Cruz de Aycayágua y entre ambas repartió todos los pueblos de los indios, que sirviesen a los cristianos, que al cabo los consumieron”.
Con esta referencia tomada del libro Historia de Indias de Fray Bartolomé de Las Casas, el arqueólogo Adolfo López sostiene la hipótesis de que unas ruinas que se encuentran en un área frondosa de El Valle, municipio de la provincia Hato Mayor, podrían pertenecer al fuerte de un pueblo español que construyó el conquistador de Jamaica, Juan de Esquivel, a principios de 1500 para someter a los aborígenes del lugar, por orden del gobernador de la isla, en ese entonces Nicolás de Ovando.
Según datos históricos, la villa nombrada como Salvaleón estaba ubicada en lo que hoy es la provincia La Altagracia, quedando aún su ciudad cabecera con el nombre oficial de Salvaleón Higu¨ey. En esa provincia se encuentra la casa del conquistador de Puerto Rico, Ponce de León, pura evidencia de la existencia del asentamiento español. La localización de la otra villa hasta el momento es desconocida por los investigadores, debido al poco material escrito que hay sobre ella.
Sin embargo, López, expuso en el congreso de arqueología realizado en el Museo del Hombre Dominicano el 14 de este mes, que la otra villa que construyó Esquivel y que es conocida como Santa Cruz de Aycayágua, podría estar en los alrededores de unas ruinas ubicada en El Valle, el cual era conocido anteriormente como El Valle de Icagua.
Icagua es una palabra taína. El arqueólogo denotó que Aycayágua se refiere a Ycagua o Icagua. Todavía en el pueblo de El valle, hay una calle y un río que llevan ese mismo nombre.
Algunos pobladores creen que el nombre se debió a un aborigen, pero López sostiene que se debió al río que lleva el nombre de Icagua, por la tradición con la que los taínos nombraban sus asuntos.
“La casa del indio”
Estas ruinas que fueron estudiadas por primera vez por Adolfo López, son conocidas de manera popular por algunos moradores de El Valle como “la casa del indio”, ya que sostienen la creencia de que por su antigu¨edad, debió de pertenecer a un “indio”.
“Mi abuelo me dijo que había una casa de piedra, y que vivía un señor que era un indio, y yo siempre tenía la curiosidad de ir y ver eso.
Y yo fui”, argumentó el ex síndico de El Valle, Andrés Peguero, al hacer referencia a las ruinas.
“La casa del indio” tiene muy fácil acceso. Está en un monte cerca de una comunidad llamada Alto de la Piedra, al cual se accede a través de una plantación privada de palmas africanas.
Todo el terreno está tupido de árboles entre ellos ceibas, mangos y limones. Lo primero que se puede apreciar es la cantidad de piedras que están alrededor de la antigua construcción.
Estas podrían pertenecer a la misma ruina, que por el paso del tiempo se ha destruido.
Al lado derecho (entrando por la plantación de palmas africanas) sorprende al visitante la espectacular vista de todo el valle, estando al fondo, la Bahía de Samaná.
Para el arqueólogo López, esto constituye otra pista que adelanta su hipótesis. Adolfo López toma un escrito de otro libro de Fray Bartolomé llamado “Apologética Historia Sumaria”, donde el religioso habla también de una villa ubicada cerca del mar.
“A esta del Macao que es ya el cabo de La Vega como he dicho, se consigue la provincia de Samaná, en la misma Vega y tiene un valle muy hermoso donde fue asentada una villa, a una legua de la mar, que se llamó Santa Cruz de Icaguá, la última sílaba aguda, porque se debía llamar así el valle o el pueblo de los indios que allí estaba.” Una legua abarca una distancia que va de cuatro a siete kilómetros. Y según López, por una línea que trazó utilizando el mapa virtual de Google Earth, hay una distancia desde las ruinas hasta la costa de unos seis kilómetros aproximadamente.
López consideró que se necesita hacer una excavación en el lugar, para poder así confirmar su teoría y aseguró que a muy pocos metros de profundidad se podrían encontrar artefactos que permitan determinar si es o no la ciudad perdida de Santa Cruz de Aycayágua.
Expresó que, de la misma manera de como se reconstruyó la casa-fortaleza Ponce de León, ubicada en el pueblo de San Rafael de Yuma, en Higu¨eym para crear un museo, también, la “casa del indio” podría considerarse para una posible reconstrucción, por las facilidades de acceso y el hermoso panorama que se observa desde allí.
López dijo además, que las innumerables piezas arqueológicas, tanto taínas como españolas, que podrían hallarse en el lugar, servirían de materia de ayuda para el estudio de la asombrosa historia de la isla.
APOYO PARA EL PROYECTO
El encargado del departamento de arqueología, Patrimonio Monumental organismo del Ministerio de Cultura, Santiago Duval, expresó su interés de darle seguimiento al proyecto junto al arqueólogo.
Duval indicó que para hacer una excavación con fines de reconstrucción, deben de estudiar las posibilidades y debilidades que tiene el lugar.
“Ahora no puedo darte un veredicto, hay que ir al sitio para tomar decisiones y hacer diferencias concretas. Estamos en la disposición de analizarlo y ver las posibilidades y debilidades que tiene el mismo”, dijo Duval.
“Hacer una excavación tiene ciertas normas que establecen cuales son los índices de la reconstrucción”, agregó.
En ese sentido, el director del Museo del Hombre Dominicano, Christian Martínez, consideró que la hipótesis de López es muy interesante.
“En lo que corresponde a la parte indígena, eso hay que desarrollarlo ya. Estoy bastante de acuerdo con él (Adolfo) y creo que podemos hacer un trabajo junto con Patrimonio Monumental, para ver si hay indicios taínos en la zona”, apuntó.