El Valle de las hortensias

POR: JUNIOR SOSA

El Valle que otrora fuera el Valle de las hortensias, y que fuera admirado por nuestros más cercanos vecinos, está sometido en esta oportunidad en un letargo enorme, durmiendo el sueño eterno de la marginación y el olvido, lo que le impide un despegue real hacia el ansiado desarrollo.

Y es que hasta el momento sus jóvenes, niños, mujeres y demás ciudadanos transitan por sus deterioradas y polvorientas calles, sin expectativa alguna de poder asegurar un futuro mejor.

Pareciera que nuestra sociedad está envuelta en un proceso de involución y atraso, promovida por la mortal división política, social y religiosa de sus miembros, cada vez más estamos más segregados y más unidos en el despropósito de no lograr un ambiente de unidad, concertación y dialogo, fundamental esto para el desarrollo de los pueblos.

Nuestros jóvenes que son sin lugar a dudas el presente y futuro de cualquier pueblo, no cuentan hasta el momento con espacios y oportunidades que les permitan mostrar y explotar sus verdaderos potenciales, no existen escuelas de música, baile, espacios para cursos técnicos, espacios deportivos hábiles, en fin, alternativas, opciones a través de las cuales puedan canalizar de manera positiva sus energías.

En contraposición a este planteamiento si existen lugares donde se promueven el uso, abuso y consumo de drogas, bebidas alcohólicas, delincuencia y prostitución lo que de manera inexplicable sepultan las aspiraciones de nuestros jóvenes ante la mirada atónita e indiferentes de nuestras flamantes autoridades.

Es posible predecir con gran exactitud cuál será el futuro que espera a nuestra población; marginación, desorden, antivalores, anarquía será la realidad de no hacerse un esfuerzo conjunto en pro de desarrollar iniciativas que permitan ofrecerle a nuestra gente oportunidades de crecimiento.

• No basta con tener buenas intenciones, sino  somos capaces de tomar acciones.

• No basta solo con estar representados en ambas cámaras del congreso de la república, si nuestros representantes no son capaces de promover proyectos novedosos e interesantes que ayuden a fomentar actividades que beneficien  a sus representados.

• No basta tener un pueblo lleno de gentes, si no son capaces de organizarse.

• No basta tener un pueblo lleno de gentes buena, humilde, talentosos, sino son capaces de utilizar sus capacidades para desarrollar su comunidad.

Si la comunidad ha luchado por lograr sus propósitos falta que luche más, mucho más, hasta el cansancio, hasta que se consuman sus fuerzas.

Si la comunidad se ha organizado requiere  que se organice más, mucho más, tanto que seamos capaces de luchar juntos por una misma causa.

Si como pueblo queremos alcanzar el desarrollo, necesitamos que siempre pensemos en el desarrollo, caminar pensando en el desarrollo, dormir soñando en el desarrollo, trabajar pensando en el desarrollo, estudiar pensando en el desarrollo y definitivamente no habrá fuerza, ni destino, ni conjuro que nos impida llegar a nuestro tan ansiado fin al cual aspiramos.

Comunidad Joven exige organización, unidad y el mejor de los esfuerzos de nuestras autoridades municipales y provinciales, adultos, niños, ancianos, mujeres y jóvenes para que en un tiempo no muy lejano podamos colocar el valle en el lugar donde debió estar hace mucho tiempo a la altura del sol, el cielo y la luna.